Para salir de la recesión esta vez no habrá impulso exportador salvo para Vaca Muerta
Solo la provincia de Neuquén y áreas de la región pampeana podrían ser traccionadas por las ventas externas. Diferencias en materia de competitividad, entre los efectos de aumento de demanda y de oferta y ausencia de “boom” de commodities porque China ya no crece “a tasas chinas”.
En un contexto de recesión, para la primera parte de este año, se espera un mercado interno deprimido, con bajas ventas, debido al menor poder de compra de la población. Un informe privado se pregunta si el mercado externo podrá contrarrestar esta caída y sostener la actividad económica.
Segpun un estudio de Jorge Day, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, aunque se intente comparar el escenario actual con lo ocurrido después de la devaluación de 2002 (tras la caída de la convertibilidad), hay diferencias significativas con esa época ya que en aquellos años el tipo de cambio oficial para los exportadores era equivalente a $1.800 actuales, lo que significaba una mayor competitividad cambiaria. Esto es casi el doble de la paridad cambiaria actual y un valor muy cercano al promedio histórico ($1.000, siempre a valor actual).
El tipo de cambio oficial para los exportadores en 2002 era equivalente a $1.800 actuales, lo que significaba una mayor competitividad cambiaria (IERAL)
Con la disparada de la inflación luego de la devaluación de diciembre, el crawling peg del 2% mensual hizo que el tipo de cambio oficial perdiera competitividad. “Suponiendo para marzo una inflación mensual de 12,5%, se tiene que este mes el tipo de cambio real multilateral estaría todavía 30,9% por encima (más competitivo) de noviembre de 2023 (antes de la devaluación), pero ya perforando hacia abajo la referencia de julio de 2019 (menos competitivo que entonces)”, dice un pasaje del informe.
Aún así, desde el gobierno siguen negando que haya intención de acelerar el deslizamiento el dólar (actualmente un crawling peg del 2% mensual) y mucho más enfáticamente aún rechazan la posibilidad de un nuevo “salto discreto” del tipo de cambio, que socavaría la credibilidad del equipo económico y de la política oficial.
Fuente: Infobae