Usos y demanda potenciales de hidrógeno verde
Las aplicaciones alcanzarían áreas estratégicas como aviación, transporte marítimo y pesado, fertilizantes, metanol, producción de acero, entre otras.
Si bien se espera que Argentina juegue un rol predominante como proveedor global de hidrógeno verde, gracias a su abundancia de energía eólica y solar, también posee un alto potencial de consumo interno. Actualmente, la matriz productiva argentina es más reducida en comparación con otras economías regionales más industrializadas, pero la incorporación del hidrógeno verde podría impulsar una transformación estructural que fortalecería ese entramado incrementando la competitividad ante mercados globales.
En este contexto, se inscribe un estudio elaborado por el International Power-to-X Hub, un centro de experiencia y colaboración para cadenas de valor innovadoras y sostenibles de hidrógeno verde y Power-to-X con el apoyo del Ministerio de Asusntos Económicos y de Acción Climática de Alemania, la Iniciativa Climática Internacional (IKI) y la Agencia Alemana de Cooperación Internacional para el Desarrollo Sostenible.
Power-to-X es una familia de tecnologías para la transición energética, ya que permiten la integración a gran escala de las energías renovables, la descarbonización de sectores difíciles de electrificar y la creación de una economía basada en productos energéticos limpios. Como tal abarca productos como hidrógeno verde, amoníaco verde, metanol verde, Gas natural sintético (e-metano), combustibles de aviación sostenibles (e-keroseno/SAF) y combustibles líquidos sintéticos (e-diésel, e-gasolina).
El trabajo identificó como sectores para estimar el potencial e impacto del H2V en la Argentina al de combustible de aviación, combustible marítimo, transporte pesado por rutas, transporte en minería, combustible de maquinaria agrícola, producción de acero, refinación de petróleo, producción de amoníaco para fertilizantes, producción de metanol, hidrógeno destinado a usos químicos y calor de alta temperatura en procesos industriales.
Así, el estudio resalta que la demanda potencial de H2V podría ser cercana a 100 kt/año en 2030, pero podría incrementarse a 800 kt/año en 2040 y hasta 1800 kt/año a 2050. Aún en un escenario más conservador acerca del rol del H2V, donde algunos sectores más desafiantes como el del acero y el transporte terrestre no se consideran, la demanda podría alcanzar los 1200 kt/año a largo plazo.

Los sectores de transporte marítimo, aviación, producción de amoníaco y fertilizantes nitrogenados y producción de metanol serían los sectores prioritarios en Argentina para la incorporación de H2V. No obstante, se espera que específicamente los dos primeros sean los que impulsen una mayor utilización en el país de H2V y derivados, y adicionalmente, ambos pueden suponer oportunidades para mercados de exportación.
El sector de producción de amoníaco y fertilizantes tiene buenas oportunidades técnicas para incorporar hidrógeno verde en el corto y mediano plazo, pero es esperable que el desarrollo productivo del gas natural en Argentina retrase su difusión y éste tenga mayor protagonismo recién en el mediano y largo.
También se espera que el H2V tenga un rol prioritario en la descarbonización del acero, pero esta evolución podría ser paulatina por la criticidad y competitividad del sector. Es esperable que primero se ejecuten otras estrategias de reducción de emisiones más económico-eficientes como reciclaje de chatarra, eficiencia energética y energía eléctrica renovable, reconoce el informe.
A medida que el H2V se vuelva más competitivo en costos de producción e infraestructura frente a otras alternativas, podría ingresar en el sector transporte pesado terrestre y de la maquinaria agrícola. Debido a la importante actividad de estos sectores en Argentina, se podrían requerir grandes volúmenes de hidrógeno y evitar grandes cantidades de emisiones.
El papel que tendrá finalmente el H2V en estos dos sectores dependerá mayormente del desarrollo y competitividad frente a otras alternativas de desfosilización del sector. Para que Argentina pueda planificar eficientemente esa estrategia será de gran utilidad analizar cómo se da esta evolución tecnológica en países que están más avanzados en materia de transición energética pero que comparten características con Argentina como puede ser Estados Unidos, donde el transporte de carga terrestre tiene un alto protagonismo y existen amplias áreas de producción agrícola.

El sector de refinación puede ser una oportunidad próxima para impulsar el desarrollo del sector de hidrógeno verde por sus bajos desafíos tecnológicos para su incorporación, aunque se anticipa que requerirá de incentivos o regulaciones que fomenten el reemplazo del hidrógeno gris actual.
En los sectores donde actualmente se utiliza hidrógeno con fines químicos, como refinación, amoníaco y fertilizantes, metanol y en parte la producción de acero, hay pocas (o nulas) alternativas que compitan con el H2V para la desfosilización.
En los sectores donde el H2V y derivados compartirán mercado con otros combustibles limpios basados en biocombustibles hay mayor incertidumbre sobre el grado de penetración, ya que los biocombustibles en Argentina cuentan con un gran potencial productivo y poseen costos competitivos, pero no existen políticas claras de desarrollo a mediano y largo plazo aún.
Adicionalmente, en algunos mercados internacionales algunos biocombustibles están limitados debido a su potencial competencia con el uso de tierras y producción de alimentos.
Además, no se espera que el reemplazo de gas natural por H2V, tanto como materia prima de la petroquímica (Power-to Olefins), como de combustible para servicios de calor de alta temperatura, tenga lugar ni en el corto ni mediano plazo, debido principalmente a la disponibilidad de gas muy barato por el desarrollo productivo de la formación Vaca Muerta.
A largo plazo puede que exista incorporación de hidrógeno en estos sectores, pero enfrentará desafíos de desarrollo tecnológicos y de competencia con otras vías de reducción de emisiones, como la biomasa y biocombustibles.
En los sectores con mayor incertidumbre tecnológica y de costos, como el de acero, transporte terrestre, maquinaria agrícola o reemplazo de feedstock de petroquímica, es necesario observar los avances de países como Estados Unidos, países de la Unión Europea, Japón o Corea del Sur, que marcarán una línea en reducción de costos para entender la competitividad del H2V en el sector.
Algunos sectores, en tanto, requerirán de nueva regulación habilitante para permitir la incorporación de H2V, como por ejemplo transporte terrestre por carretera. En caso de identificarse como un vector estratégico es necesario la dedicación de recursos para el desarrollo y actualización de esta normativa, así como la incorporación de políticas de reducción de emisiones compatibles con la carbono-neutralidad a largo plazo.