El corazón de YPF en Vaca Muerta
En uno de los yacimientos más estratégicos de la empresa, +e estuvo presente para mostrar cómo funciona uno de los motores del shale argentino.
A 180 kilómetros de la ciudad de Neuquén, en medio de la estepa árida, se levanta un entramado de torres perforadoras, camiones, tuberías y equipos que no se detiene ni un instante. Loma Campana, uno de los yacimientos más importantes de YPF en Vaca Muerta, funciona como un corazón mecánico donde cada movimiento está planificado, cada trabajador conoce su rol y cada minuto cuenta.
El área, que cubre unos 290 kilómetros cuadrados, apenas el 1% de la formación, fue el punto de partida del desarrollo masivo del shale argentino. Desde 2013, tras el acuerdo con Chevron, se convirtió en un laboratorio de pruebas donde se ensayan y perfeccionan las técnicas que luego se aplican en otros proyectos.
Según detallaron desde la empresa a +e, la producción en el bloque ronda los 80 mil barriles diarios, una cifra que sube o baja según la operación, pero que lo mantiene como estratégico en el mapa energético nacional.

Loma Campana, uno de los yacimientos estrella de YPF.
Loma Campana en funcionamiento: de los pozos al control de datos
En el pozo 167, un equipo avanza en la perforación horizontal. Allí, la torre perforadora es el centro de una red de trabajo que integra ingenieros, técnicos especializados, operadores, mecánicos, electricistas y personal de apoyo. El Company Representative, máxima autoridad en la locación, es el encargado de supervisar que cada paso del plan se ejecute con precisión y bajo estrictas normas de seguridad.
Antes de llegar a la cuadrilla principal, un tráiler alberga una de las salas de monitoreo. Allí, distintas pantallas muestran en vivo la presión, el caudal y otros parámetros de la fractura. A la vez, desde la torre en la Ciudad de Buenos Aires, el Real Time Intelligence Center (RTIC) de YPF cruza datos de toda la cadena de producción, para asegurar que ninguna información se pierda. Todos los detalles, segundos y pasos, se registran y se analizan.
El acceso al área exige casco, guantes, botas, anteojos y el icónico mameluco de la compañía. Dentro, la jornada parece simular una coreografía: manos que accionan válvulas, radios que repiten instrucciones, sensores que envían datos constantemente. La seguridad no es un protocolo, es el compás que mantiene el ritmo de toda la operación.

Cada operación es monitoreada de manera permanente.
La precisión como rutina
En Loma Campana, el pozo que se perfora tiene forma de L, con una rama lateral de más de cuatro kilómetros. La perforación horizontal y la estimulación hidráulica permiten extraer el hidrocarburo atrapado en las rocas, y todo se hace con una precisión milimétrica. Ingenieros y operadores trabajan sincronizados: unos ajustan planes, otros controlan parámetros críticos y resuelven imprevistos que podrían detener o interrumpir la tarea principal.
En estos procesos entra en juego la geonavegación, un sistema que combina datos geológicos y petrofísicos, que ajusta la trayectoria del trépano en tiempo real, para asegurar que se mantenga dentro de las capas más productivas. Un desvío de apenas unos metros podría afectar el rendimiento del pozo.
En mayo, el yacimiento marcó un hito al perforar el pozo horizontal más largo de la formación neuquina: 8.376 metros de longitud total y una rama lateral de 5.114 metros.
Aquí se emplean técnicas avanzadas como el simul-frac, que permite fracturar dos pozos a la vez y ganar hasta un 30% de productividad, o el “Toyota Well”, adaptado de la industria automotriz para reducir tiempos y costos. Big data, inteligencia artificial y realidad aumentada forman parte del día a día de los trabajadores que le dan vida a la operación: la tecnología está integrada en cada decisión y en cada acción.

El Company Representative es el encargado de liderar la operación.
Los planes de YPF en Vaca Muerta
Durante el primer trimestre de este año, la producción de petróleo shale de la firma alcanzó un promedio de 147 mil barriles diarios, lo que representa un incremento del 31% frente al mismo período del año anterior y del 7% respecto al cuarto trimestre de 2024. Actualmente, este segmento concentra el 55% de la producción total de crudo de la compañía, porcentaje que en el último trimestre de 2024 había sido del 51% y en el primer trimestre de ese año, del 44%.
En ese mismo período, la empresa invirtió 1.214 millones de dólares, destinando el 75% a impulsar la producción no convencional, principalmente shale, en comparación con el 65% asignado en el último trimestre del año pasado.

+e recorrió Loma Campana.
A comienzos de agosto, YPF firmó un acuerdo de compra-venta con Total Austral para adquirir el 100% de las acciones de Vaca Muerta Inversiones S.A.U., sociedad que detenta una participación del 45% en los bloques La Escalonada y Rincón de la Ceniza, ubicados en el hub norte de la formación y considerados de alto potencial. La operación, valuada en 500 millones de dólares, fue confirmada por la compañía en una presentación ante la Comisión Nacional de Valores (CNV). Una vez cumplidas las condiciones previstas en el contrato, pasará a ser titular del 45% de ambos bloques, en sociedad con Shell, que conserva el mismo porcentaje, y Gas y Petróleo del Neuquén (GyP), con el 10% restante.
Para el largo plazo, se proyecta que las inversiones entre 2024 y 2050 superen los 200.000 millones de dólares, a los que se sumarán otros 40.000 millones destinados a infraestructura. Se prevé que hacia 2031 las exportaciones energéticas alcancen los 30.000 millones de dólares anuales, equivalentes al 13% de las exportaciones totales del país, aunque el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, estimó en los últimos días que esa cifra podría ser incluso mayor.
En materia de transporte, la capacidad de evacuación de la Cuenca Neuquina pasará de los 540 mil barriles diarios de 2024 a más de 1,5 millones en 2028, de la mano de obras como el Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur, y la reactivación del Oleoducto Trasandino, que retomó las exportaciones de crudo en mayo de 2023 tras 17 años sin operar.
Mediante el plan “Desafío 4×4”, YPF busca cuadruplicar su valor en cuatro años. Uno de los proyectos estratégicos más relevantes es Argentina LNG, ubicado en Río Negro, destinado a posicionar al país como exportador de gas natural licuado.