Petrolera británica apunta a duplicar gas y petróleo en Vaca Muerta
La compañía considera a la formación neuquina como el corazón de su estrategia de crecimiento.
La empresa británica Harbour Energy quiere transformarse en una operadora clave de Vaca Muerta para expandir su presencia y duplicar su producción de gas y petróleo. La compañía, que ya se posiciona como el quinto productor de gas en Argentina, considera a la formación neuquina como el corazón de su estrategia de crecimiento, especialmente con la vista puesta en el mercado exportador.
El interés de Harbour Energy en Vaca Muerta se fortaleció tras la compra de Wintershall Dea. Con esta adquisición, alcanzó una producción diaria de 76.000 barriles equivalentes de petróleo y se aseguró un volumen de reservas que representa el 21% del total de la compañía a nivel global. Además, cerca del 40% de su potencial de desarrollo está concentrado en territorio argentino.
Hoy, la firma no opera directamente en los yacimientos, pero sí lo hace a través de socios estratégicos. Su principal aliado es la francesa TotalEnergies, con quien comparte la operación del área CMA-1, que aporta el 70% de la producción local de Harbour. A la par, buscan ampliar la extracción en bloques de Vaca Muerta, donde la producción de gas muestra un horizonte de crecimiento acelerado.
La historia de Harbour Energy es relativamente corta, ya que nació en 2014 de la mano de EIG Global Energy Partners, un fondo estadounidense que vio la oportunidad de expandirse en activos de producción fuera de América del Norte. Diez años después, la compra de Wintershall le brindó un nuevo nivel de relevancia en el mapa energético.
El motor de la estrategia está en el proyecto de GNL que impulsa junto a Southern Energy, un desarrollo que demanda inversiones por más de 15.000 millones de dólares. Desde allí, la meta es duplicar la producción de gas en Vaca Muerta y en San Roque.
Si bien el interés está firme, la compañía observa con cautela el escenario local. Reconoce avances en infraestructura, pero también subraya la necesidad de contar con reglas estables y previsibilidad para tomar decisiones de inversión de largo plazo.