Cortes de luz en Buenos Aires
- Hubo 6 fallas en 4 líneas de alta tensión de Edesur entre la mañana y el mediodía, con más de 600.000 usuarios afectados.
- Se investiga si hubo un sabotaje.
- Pese a los aumentos de tarifas, las inversiones tardarán años en hacer efecto y se demoran licitaciones para mejorar la infraestructura.
«Venimos de 20 años de desinversión en el sector energético», repetía el ex secretario de Energía Eduardo Rodríguez Chirillo durante los primeros meses de gobierno de Javier Milei. Los congelamientos de tarifas provocaron un desfinanciamiento del sector, falta de inversiones y una degradación estructural en los equipamientos y la calidad del servicio, con un incremento en la duración y la frecuencia de los cortes de luz masivos.
Pero el kirchnerismo ya se fue. El Gobierno recompuso equilibrios en los precios regulados de la energía con un aumento fuerte de las tarifas de luz en el primer semestre de 2024, aunque postergó las decisiones necesarias para empezar a revertir los efectos de la falta de inversiones en el sistema eléctrico.
Por qué se cortó la luz
Las causas de los dos apagones que afectaron este miércoles a más de 620.000 usuarios -al menos 1,2 millón de personas- en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano -principalmente en la zona sur, que atiende la distribuidora Edesur- todavía se investigan.
Los técnicos eléctricos empezaron a sospechar de un sabotaje, que faltará para confirmarlo o descartarlo. Al promediar la tarde, Gobierno le echó la culpa a Edesur, operadora de las 4 líneas de alta tensión en 220 kilovoltios -kV- que desengancharon del sistema al menos 6 veces entre las 5.23 y las 13.10. Son dos líneas que van de Bosques a Hudson y otras dos desde Hudson hasta la central térmica Costanera, que Central Puerto le compró a Enel en 2023.
«Es un tema de ellos«, planteaban en los despachos oficiales. La secretaria de Energía, María Tettamanti, supervisaba los trabajos de reposición del servicio eléctrico en las oficinas de la Sociedad Anónima Centro de Movimiento de Energía (SACME), el centro de operaciones que comparten Edenor y Edesur atrás de la Isla Demarchi, pasando el barrio porteño de Puerto Madero.
«No es normal que queden fuera de servicio dos líneas que corren en paralelo, una debería ser la defensa de la otra. Lo normal es que funcionen las protecciones; si cae demanda por 1.000 megavatios (MW), se corta generación por 1.000 MW. Pudo haber sido un sabotaje o no se activaron las protecciones, que eso sí depende de las inversiones», explicó a Clarín un experto en regulación técnica, en off the record.
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Los desenganches de las líneas de alta tensión produjeron un «efecto arrastre» sobre las máquinas generadoras de las centrales que están por la zona: la Central Puerto, Costanera, Dock Sud (que comparten YPF Luz y Pan American Energy –PAE-) y Ensenada Barragán (YPF y Pampa Energía).
En la previa al verano, el Gobierno había decidido mejorar la remuneración de las máquinas térmicas «viejas», que tienen entre 50 y 60 años de antigüedad, para que las empresas las pongan a punto y que estén disponibles durante los picos de consumo. Pero esas turbinas están sobre el final de su vida útil, otro de los síntomas de la fragilidad del sistema eléctrico.
Los dos apagones de este miércoles, a la mañana y al mediodía, anticipan años de alta tensión en el sistema. La demanda eléctrica crecerá al ritmo de la actividad económica en recuperación, al mismo tiempo que hay pocas posibilidades de sumar oferta (generación) para atenderla. Mario Cairella, vicepresidente Ejecutivo de Cammesa, le había dicho en una entrevista a Clarín que «el verano que viene será peor», precisamente por esos motivos.
El resultado es una crisis energética que puede convertirse en política, con impacto sobre la figura de Milei: los usuarios ven que las boletas son mucho más caras (al menos 4 veces más) que con el Gobierno anterior, pero el servicio demora años en mejorar. La Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT) para Edenor y Edesur establece objetivos de mejoras progresivas durante 5 años, y se pondrá en marcha desde el 1 de abril.
Mientras tanto, el Gobierno viene demorando desde al menos julio 2024 -hace 8 meses- la puesta en marcha de una alternativa para ampliar el parque de generación eléctrica, después de cancelar la licitación TerConf, que había dejado adjudicada el ex ministro de Economía Sergio Massa.
En cuanto a las redes de transmisión eléctrica en alta tensión, una interna oficial sobre el modo de financiar el sistema «AMBA I» -que supo tener financiamiento de China por 1.100 millones de dólares y nunca avanzó- viene atrasando la licitación de las obras, que se lanzaría en las próximas semanas y tardará más de 3 años en ponerse en funcionamiento.
Fuente: https://www.clarin.com/economia/cortes-luz-buenos-aires-gobierno-echa-culpa-edesur_0_KsgWWHmdUc.html