Crearán un cargo fijo en las facturas para financiar una obra de transporte eléctrico
La obra es clave para reforzar el anillo energético de la zona de mayor consumo del país. Demandará una inversión de alrededor de US$ 1.100 millones y tendrá un impacto de entre 1% y 3% del monto total de cada factura. En la Argentina hace más de 10 años que no se hace una obra de transporte de alta tensión.
El gobierno implementará en los próximos días una medida para ampliar la capacidad de transporte eléctrico en nodos que están saturados de la red del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). La Secretaría de Energía creará un cargo fijo en las facturas eléctricas de los usuarios de todo el país para financiar la obra de transporte de alta tensión de 500 kilovoltios (Kv) conocida como AMBA I, que unirá las localidades de Plomer y Vivoratá en la provincia de Buenos Aires.
Según fuentes oficiales consultadas por EconoJournal, el cargo fijo tendrá un impacto de entre 1% y 3% del monto de las facturas finales de los usuarios. AMBA I demandará una inversión de alrededor de US$ 1.100 millones. Es una obra prioritaria que en el gobierno de Alberto Fernández iba a ser financiada por China, pero la inversión del gigante asiático nunca se concretó. También estuvo contemplada dentro del régimen de Participación Público Privada (PPP) del gobierno de Macri, aunque finamente no se construyó nada.
Esquemas
Con el nuevo cargo fijo, el gobierno optó por el esquema de “estampillado a la demanda”, que, en los hechos, implica que los usuarios de electricidad de todo el país son los que financiarán la inversión. El gobierno no descarta cambiar de esquema para obras futuras. En la Argentina hace más de 10 años que no se hace una obra de transporte de alta tensión.
EconoJournal pudo reconstruir de distintas fuentes oficiales que el gobierno tuvo dos alternativas para avanzar en el esquema para financiar la obra AMBA I. Por un lado, creando un cargo fijo en la demanda. Otra opción era aprovechar la estabilización de la macroeconomía y la baja del riesgo país y optar por una licitación privada para que la obra se repague a través de un canon.
Finalmente el gobierno optó por el esquema de aporte directo de los usuarios. Las mismas fuentes argumentaron que es una obra prioritaria y el gobierno no puede dejar pasar más tiempo. Los fondos que se vayan recaudando con el correr de los meses se irán acumulando en un fideicomiso. El gobierno estima que menos de un año de recaudación permitirá comenzar con la obra y en tres años podría estar totalmente financiada.
Tettamanti
La secretaria de Energía, María Tettamanti, abrió el Energy Day, el evento organizado por EconoJournal que se realizó esta semana. “En 10 o 15 días vamos a sacar una medida para comenzar con una de las fases del plan de ampliación de transporte en alta tensión, que determinó la resolución 507 de 2023, y vamos a comenzar con el AMBA I”, señaló la titular de Energía. Y añadió que la obra incluye “una línea de alta tensión entre Vivoratá y Plomer y otra desde Plomer a Ezeiza y también otra línea de Plomer con (las centrales nucleares) Atucha”, en la localidad de Zárate.
“Va a ser un cargo fijo de pesos por megawatt por hora (MW/h) que va a pagar toda la demanda porque entendemos que estas ampliaciones van a permitir ir incorporando generación eficiente al sistema, es decir, va a beneficiar a todos los usuarios del país”, añadió Tettamanti.
La creación de un cargo fijo para financiar obras eléctricas es una propuesta similar a la que impulsa desde hace varios meses Transener, la principal empresa de transporte de energía en alta y media tensión del país y que pertenece a la compañía Pampa Energía.
Nuevo nodo
AMBA I es una obra clave para expandir la red de transporte eléctrico en la zona de mayor consumo del país. La nueva línea tendrá 500 kilómetros de extensión y unirá las localidades de Vivoratá, cerca de Mar del Plata, con Plomer, al oeste del conurbano, donde también habrá una Estación Transformadora y una línea de alta tensión en 500 kW, 220 kW y 132 kv.
Además, la ET de Plomer estará conectada con una nueva línea de alta tensión hacia el este con la ET de Ezeiza y hacia el norte con las centrales nucleares de Atucha en Zárate. La obra servirá para reforzar el anillo energético del Área Metropolitana de Buenos Aires a través de un nuevo nodo y ayudará a que funcionen en mejores condiciones las ET de Ezeiza y General Rodríguez, hoy operando al límite.