Desafíos y perspectivas en energía y minería para 2025
A un problema estructural como la escasez de dólares en nuestro país, se le presentó una solución estructural a partir del desarrollo de nuestras potencialidades energéticas.
La transición energética, las nuevas tecnologías, los conflictos geopolíticos, y las demandas de seguridad alimentaria y energética marcan una oportunidad para posicionar nuestro país como un proveedor seguro de energía y minerales críticos. Esta ventana de oportunidad nos encuentra en un momento de desafíos estructurales que necesitamos sobrellevar para poder asegurar la generación de riqueza y desarrollo genuino. Es el momento de aprovechar nuestros recursos estratégicos para transformarlos en trabajo, tecnología y desarrollo de manera sustentable a largo plazo.
Para que estas oportunidades se conviertan en realidades concretas, aún persisten barreras significativas. El ordenamiento de la macroeconomía, la previsibilidad, la eliminación del cepo son condiciones siempre pedidas por los inversores. Y, en este sentido, el sector energético ha podido demostrar concretamente un aporte, revirtiendo nuestra balanza energética de -u$s4.000 millones en el 2022 a u$s5.000 millones en el 2024. Este superávit se alcanzó principalmente por la reducción de importaciones de gas lograda por el gasoducto, la caída en la demanda de combustibles y el aumento en las exportaciones de crudo. Estimamos que en el 2025 podrá llegar a u$s8.200 millones, terminando las obras de infraestructura en marcha.
Es decir que a un problema estructural como la escasez de dólares en nuestro país, se le presentó una solución estructural a partir del desarrollo de nuestras potencialidades energéticas. Solamente los superávits proyectados por el desarrollo de la energía podrían cubrir todos los vencimientos de deuda con privados en los próximos años.
La puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner -ahora rebuatizado Perito Moreno- fue un hito para el transporte y exportación del gas de Vaca Muerta.
Vaca Muerta, la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo, es una de las claves del futuro energético argentino. Sin embargo, la expansión de la producción de gas sigue siendo una tarea desafiante, tanto desde el punto de vista de la inversión como en la obtención de financiamiento para las grandes inversiones que requieren los proyectos. A pesar de los avances, la falta de infraestructura adecuada y las tensiones económicas que afectan la estabilidad del sector energético local pueden retrasar el ritmo del desarrollo.
El desarrollo de Vaca Muerta permite a nuestro país aspirar a una matriz energética competitiva, y consolidar las exportaciones a los países de la región. Con la vigencia del RIGI y el desarrollo del gas seguramente podríamos ver anuncios más allá del GNL: en la industria petroquímica y de fertilizantes.
Por el lado del crudo, la cuenca equina tuvo una producción total de 511,9 kbbl/día, con una producción no convencional de 420,8 kbbl/día en octubre de este año. Con el parque de refinación nacional abastecido, y con las obras de expansión de ODELVAL con su proyecto Duplic.AR y de YPF con el oleoducto Vaca Muerta Sur; se alcance una capacidad de evacuación de 1.000 kbbl/día a partir de 2026, lo que significan u$s19.000 millones de exportaciones, consolidándose como el principal complejo exportador del país.
Perpectivas 2025 para las energías renovables
Por el lado de las energías renovables, sin obras de infraestructura de transporte eléctrico será difícil ver anuncios de proyectos de generación relevantes. La ampliación del sistema es un tema prioritario para poder incorporar más generación eficiente al sistema. Seguramente serán requeridas modificaciones regulatorias, y propuestas: dependiendo la obra habrá alternativas válidas desde aportes de privados en sectores intensivos en energía y capital, canon por acuerdo entre partes, hasta la creación de fondos específicos pasando por licitaciones de capacidad a cambio de obras.
El anuncio de un mecanismo para poder llevar adelante AMBA1 sin dudas es una noticia auspiciosa para el sistema, y esperamos ver avances significativos con las obras de electrificación para abastecer proyectos mineros.
La incorporación de baterías de almacenamiento a nuestro sistema eléctrico es una oportunidad aún inexplorada, que además de bajar la inversión requerida en el sistema de transporte, suma beneficios tales como optimizar el despacho, reducir costos, aportar servicio de reserva de rápida respuesta y ayudar en el control de tensión (manejo de potencia reactiva).
Hidrógeno, tarifas y biocombustibles
Otro de los sectores que generó gran expectativa y aún no logra jugar un papel destacado es la producción de hidrógeno verde, el sector solicita definiciones regulatorias y aún no hay claridad en el mercado mundial sobre su demanda y precio. Argentina posee ventajas competitivas significativas en este campo, gracias a su potencial en energías renovables, principalmente eólica en la Patagonia. A nivel global, el hidrógeno verde ha emergido como una de las soluciones más prometedoras para la transición energética y la descarbonización de sectores como el transporte, la industria y la generación de electricidad.
Otro tema gravitante que afecta tanto las cuentas públicas como el desarrollo del sector energético, es el tema tarifario. En un país con un alto grado de informalidad y de falta de información es un desafío identificar a las familias que realmente necesitan del Estado para no caer en pobreza energética. Ya se ha comenzado desde el 2022 el camino a readecuar los subsidios energéticos, terminando con los subsidios generalizados, pero esperemos ver en el 2025 un sistema más definitivo y justo luego de prorrogar el sistema transitorio de la segmentación durante el 2024.
En el sector de biocombustibles, esperemos se pueda elevar el corte del bioetanol en el corto plazo y dar el debate sobre un nuevo proyecto de ley que dinamice el desarrollo de combustibles de menores emisiones y el desarrollo del campo argentino.
Minería: un sector estratégico con oportunidades globales
No hay transición energética sin minerales. No hay vida moderna posible sin minería. No hay industria que se desarrolle sin minería. No hay medicamentos sin minería. Y es posible una minería compatible con el cuidado del ambiente y comprometida con su entorno. El momento de que argentina transforme sus recursos naturales en riqueza para sus habitantes es ahora. Debemos salir de la postergación de este sector
Uno de los aspectos más destacados del sector minero argentino es su potencial para convertirse en uno de los principales productores de litio a nivel mundial. Argentina forma parte del denominado “Triángulo del Litio”, junto con Chile y Bolivia, que alberga más del 70% de las reservas de litio del planeta.
Sal de Vida. La estimación de recursos de 6,85 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) tiene una ley promedio de 752 ppm de Li y bajos niveles de impurezas, lo que convierte a Sal de Vida en una de las salmueras de mayor calidad a nivel mundial.
En 2025, se espera que Argentina consolide su liderazgo en la producción de este mineral clave para la fabricación de baterías de iones de litio, tecnología fundamental para la transición hacia la movilidad eléctrica. Comenzará el año próximo con 4 proyectos en producción, con una capacidad instalada de 158,5 mil ton LCE, y se incorporaran al menos 1 más en 2025. El foco para el próximo año estará en los anuncios de construcción y ampliación. Se espera por al menos 4 proyectos que anuncien su decisión final de inversión, a pesar de la caída del precio del litio, para pasar a la fase de construcción. Con esto Argentina podría consolidar una capacidad de producción de 465.000 toneladas de carbonato de litio, transformándose en el mayor productor de Latinoamérica. Pero vale observar que la producción efectiva difiere de la capacidad instalada, dado la puesta en régimen de este tipo de plantas industriales pueden demorar hasta 18 meses, con lo cual no debería de sorprender que en el 2025 la producción este alrededor de las 100 mil toneladas LCE.
En oro y plata, difícilmente veamos un aumento de producción en el 2025 dada la situación de madurez de los proyectos actuales y los atrasos en incorporar más exploración en estos últimos años, pero el avance de proyectos como Calcatreu en Río Negro o AbraSilver en Salta podría auspiciar nuevas perspectivas futuras
Los proyectos de cobre sin duda son los que permitirán a nuestro país dar un salto cuantitativo en materia de producción, empleo y exportaciones mineras. Si bien el RIGI ha dado las condiciones solicitadas por los inversores, aún hay temas a resolver como la aprobación de impactos ambientales, los requerimientos de infraestructura (vial y energética) y mayor previsibilidad político-económica. Lograr que al menos 2 de los 7 proyectos de cobre comprometan el comienzo de su construcción sería un objetivo auspicioso para el próximo año.
Las principales necesidades de la minería se manifiestan en la necesidad de soluciones para el desarrollo de infraestructura vial, ferroviaria, energética y de conectividad.
Gentileza: Los Andes
Hay un renovado interés en la minería de Uranio asociada, por un lado, a la transición energética y una nueva oportunidad para la energía nuclear, como los conflictos geopolíticos. El ingreso de un jugador de peso como Corporación América debería dar impulso a este desarrollo, y con las capacidades desarrollas en materia nuclear en Argentina podemos aspirar a desarrollar una estrategia integrada de combustibles nucleares.
La minería aún contiene importantes desafíos para su desarrollo. Las principales necesidades se manifiestan en la necesidad de soluciones para el desarrollo de infraestructura vial, ferroviaria, energética y de conectividad.
Además, es importante continuar trabajando en la gobernanza de los procesos, y asegurar una gestión ambiental adecuada en las zonas de explotación, con una política clara sobre la incorporación de mano de obra local e industria nacional en el desarrollo del sector. Esto aumentará la resiliencia de los proyectos de cara a la sociedad, mejorando su conexión con el desarrollo local.
La adecuada planificación para poder llevar adelante estos proyectos de tanta envergadura es fundamental que las políticas públicas promuevan un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad social y ambiental.
Exsecretaría de Energía y de Minería de la Nación. Consultora y actual secretaria ejecutiva de la Mesa del Litio.
Fuente: https://www.ambito.com/opiniones/desafios-y-perspectivas-energia-y-mineria-2025-n6090320