El bus eléctrico dejó de ser gratis
- Desde agosto dejó de ser gratuito y se paga el boleto mínimo.
- El recorrido actual y la ampliación en estudio.
Ya causa menos sorpresa que en sus primeros tiempos. Y poco a poco el colectivo eléctrico se fue ganando su lugar en el Area Central. Esto no implica que no deba seguir luchando contra los vehículos mal estacionados, los que invaden la calzada, las bocinas de los apurados y los motoqueros que se aparecen a toda velocidad por derecha.
Y aún pese a que dejó de ser gratuito, desde el Ministerio de Infraestructura y Movilidad porteño aseguraron a Clarín que sólo bajó un 25% la cantidad de boletos vendidos. Estiman que la cantidad de personas viajando no representa el mismo porcentaje porque, por ejemplo, estudiantes y personas jubiladas no pagan boleto.
Así funcionan los buses eléctricos de la Ciudad
El bus -son 12 unidades– tiene como puntos de referencia la Plaza San Martín y el Parque Lezama, en ambos extremos del recorrido: son un total de 12,3 kilómetros, ida y vuelta. Atraviesa los barrios de Retiro, San Nicolás, Monserrat, San Telmo y La Boca. Son 36 paradas en total y, desde el 1° de agosto, el boleto tiene un valor de $ 506,39 (igual que el mínimo del resto de los colectivos en Ciudad).
Antes había estado «a prueba», funcionando de manera gratuita. En general a las personas usuarias le resuelve un problema de movilidad que se dio cuando todos las lineas de colectivos fueron derivadas primero al Metrobus de la 9 de Julio, y luego, el Metrobus Del Bajo.
«Cuando era gratuito, iba lleno, ahora la cantidad de usuarios bajó. Nosotros lo usamos desde el minuto cero porque somos vecinos de San Telmo de toda la vida y nos movemos mucho por toda la zona. Médicos, compras, trámites, actividades sociales, todo lo hacemos en inmediaciones al recorrido del bus, así que lo aprovechamos muy bien», le contó a Clarín un matrimonio de jubilados.
Otros que nunca faltan en los recorridos son chicos y chicas de las escuelas de la zona. ¿Turistas? Poquitos, porque lo mismo que ocurre en la Ciudad se refleja en el bus, y casi no se ven turistas utilizando el servicio.
Quizá una de las críticas que tiene el bus eléctrico es su velocidad; ciertamente, baja. Si bien en la mayor parte de su trayecto circula por calles estrechas -además con prioridad peatón- a partir de Avenida Belgrano podría agarrar algo más de ritmo.
De todas maneras, sobre la velocidad, vale aclarar: no pueden superar los 20 kilómetros por hora, ni los buses, ni ningún otro vehículo. Esta es es una norma de seguridad vial que aplica a todas las zonas en donde las calles se encuentran niveladas. En el resto de las calles de la Ciudad, la velocidad límite es de 40. La máxima del bus es 60 km/h.
Comparado con los colectivos de línea que circulan por el Metrobus, la diferencia puede ser de 10 minutos. Por ejemplo, el 152, que hace casi el mismo recorrido, pero por el Metrobus del Bajo, puede tardar casi 22 minutos en sentido norte (martes a las 15). También hacia el norte, el omnibus eléctrico recorrió la misma distancia en 33 minutos (mismo día, a las 16).
Como se dijo al principio, el mayor obstáculo del bus son los vehículos mal estacionados, porque si bien es verdad que son más bajos que los colectivos tradicionales y tienen 5 metros menos (7 contra 12), es más ancho que una combi, entonces sí o sí necesita tener despejada la calzada. En los trayectos que realizó Clarín durante dos días, no se vieron grandes complicaciones, más allá de que muchas veces las conductoras tuvieron que bajar la velocidad casi a «paso de hombre» para pasar muy finito entre los bolardos y vehículos estacionados.
Un tema que la Ciudad tiene en revisión es una chicharra, un dispositivo que advierte el paso del bus, justamente porque es muy silencioso. Sin embargo, el sonido termina siendo muy cansador para las conductoras y las personas usuarias.
El bus eléctrico en números
Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Infraestructura porteño, durante julio las unidades recorrieron 24.733 kilómetros y se realizaron 2.401 servicios completos (ida y vuelta). El indice promedio de kilómetros recorridos por pasajero es de 2,37; para tener una referencia, los pasajeros de las líneas 50 y 107, que opera la empresa Nudo en la Ciudad, viajan en promedio 2,35 kilómetros.
Las paradas con más uso son las de ambos extremos, al norte la de Crucero General Belgrano y Arenales (en Plaza San Martín) y al sur, Martín García y Defensa (en Parque Lezama).
El uso del bus fue increscendo: en mayo lo usaron 49.016 pasajeros, en junio 54.321 y en julio, 57.870. Cifras pre pago. Habrá que esperar las estadísticas del mes de agosto para confirmar cómo tomó la gente el cambio.
¿Y el futuro de este tipo de movilidad en la Ciudad, cómo sigue? Desde el Ministerio de Infraestructura y Movilidad dijeron que en una segunda etapa se podría llegar con el recorrido hasta Caminito, en La Boca. Pero para esto se deberían incorporar unidades. Entienden que generaría más interés en el turismo, en un momento complejo; durante los primeros cinco meses del año, la cantidad de turistas internacionales disminuyó un 19% con respecto al mismo período de 2024. Ya las vacaciones de invierno mostraron una cara negativa para el rubro hotelero.
Sobre la velocidad del bus, dijeron que está en estudio «algún cambio de recorrido que permita subir la velocidad y hacer más dinámico el viaje». De todas maneras, siempre que haya prioridad peatón, los límites de circulación serán de 20 km/h.
Los jubilados, gratis
Una aclaración muy importante: los y las jubiladas no pagan boleto en este omnibus. Así lo confirmó a Clarín el ministerio. Sucede que algunas conductoras, al menos en los trayectos que realizó la cronista del diario, no estaban interiorizadas sobre esta excepción.
Los que si tenían en claro la información eran justamente los y las jubiladas. De todas maneras, y pese al desconocimiento que tenían las conductoras, no impidieron que las personas adultas mayores viajen, quienes lo hicieron de manera gratuita.
Las unidades tienen instaladas validadoras que aceptan tarjetas de crédito, débito y el pago desde teléfonos móviles con tecnología NFC. No se puede pagar con SUBE.
La movilidad eléctrica en la región
Al frente de este tipo de movilidad amigable con el medio ambiente, se encuentro Chile y especialmente la ciudad de Santiago. Actualmente hay 2.530 buses eléctricos; y para fines de año la cantidad ascenderá a 4.400. Los dos primeros buses llegaron a la ciudad en 2017.