El gas en garrafa puede costar en el conurbano hasta un 250% más de lo que pagan por el gas natural los usuarios de altos ingresos
Un hogar bonaerense de ingresos altos sin subsidio que consume 25 m3 mensuales abona una factura de 9700 pesos. Esos 25 m3 equivalen a dos garrafas de 10 kilos, las cuáles cuestan 21.000 pesos en total, un 116% más, según el precio oficial, aunque muchos distribuidores cobran hasta 17.000 pesos cada garrafa, lo que amplía la brecha al 250%. Si se compara con hogares pobres subsidiados que tienen gas por red la diferencia llega al 368% y el Programa Hogar destinado a reducir esa diferencia cada vez incide menos porque los subsidios están congelados hace más de un año.
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Luego del fuerte aumento que registró la tarifa de gas natural en lo que va del año, un hogar de ingresos altos sin subsidio (N1) de la Provincia de Buenos Aires que consume 25 m3 mensuales abona 9700 pesos incluyendo un 25% de impuestos. Esos 25 m3 equivalen aproximadamente a dos garrafas de 10 kilos, las cuáles cuestan 21.000 pesos en total, un 116% más, según el último precio de referencia que fijó el gobierno a principios de diciembre, aunque muchos distribuidores cobran hasta 17.000 pesos por la garrafa a domicilio, lo que amplía la brecha al 250%.
Si la comparación es con un hogar de ingresos bajos (N2) con gas natural que también consume 25 m3 por mes la diferencia es todavía mayor. Si bien el Enargas no publica el cuadro tarifario de los N2, el valor del cargo variable se puede calcular y, una vez aplicado el descuento, a ese usuario le corresponde abonar 7261,8 pesos con impuestos incluidos. Esto significa que un hogar pobre sin acceso a la red de gas natural paga un 190% más que un hogar pobre que tiene gas natural. Eso si la comparación es con el precio de referencia. Si se compara con los 17.000 pesos por garrafa que cobran muchos distribuidores en el conurbano la diferencia trepa al 368%. La diferencia no llega a ese porcentaje porque los hogares pobres sin gas natural reciben un subsidio por el Plan Hogar, pero el monto permanece congelado desde hace más de un año.
En el país de Vaca Muerta, el 39% de los hogares no tiene gas por red. Por lo tanto, siguen dependiendo de la garrafa para cocinar, calefaccionarse y calentar el agua. Al comunicar el último aumento del precio de referencia, la secretaría de Energía informó que ese ajuste “tiene como principal objetivo que el precio de la garrafa refleje los costos reales del sistema, asegurando el normal abastecimiento para todos los usuarios”. Luego agregó que “con esta actualización, el precio se alinea en un 90% con el valor de paridad de exportación”.
Esa decisión de alinear el precio de la garrafa con la paridad de exportación coincidió con la licuación del valor de los subsidios destinados a los hogares más vulnerables que no tienen acceso a la red de gas natural. La medida tuvo escasa repercusión porque la vida de estos sectores transcurre por debajo del radar de los grandes medios de comunicación. Si una prepaga aumenta por encima del precio sugerido por el gobierno, la novedad rápidamente llega a los portales de noticias porque los propios periodistas suelen verse afectados por esa medida, pero si el precio de referencia que se fija para la garrafa es meramente testimonial ese termina siendo un problema solo de aquellos que se ven directamente afectados y el costo político para el gobierno por la suba de precios o la licuación de los subsidios termina siendo escaso o nulo.
Licuación de los subsidios
Durante la administración anterior, aquellos hogares más vulnerables, dentro del amplio universo de quienes no tienen gas por red, recibían un subsidio equivalente al 80% del precio máximo de la garrada. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei mantuvo congelados esos subsidios durante todo el año y los licuó de manera acelerada en términos reales.
La resolución 568/23 de julio del año pasado fue la que actualizó por última vez el precio de los subsidios. El anexo I de esa norma incluía una tabla con los valores por jurisdicción para los meses de junio, julio, agosto y septiembre. En el caso de la provincia de Buenos Aires el valor para septiembre de la garrafa de 10 kilos era de 1539 pesos, cifra equivalente en ese entonces al 80% del precio máximo permitido, que se elevaba a 1923,75 pesos con la inclusión del IVA y los costos de fraccionamiento y distribución para esa zona.
Luego de la devaluación que aplicó el gobierno de Javier Milei en diciembre del año pasado el precio de la garrafa se disparó y la resolución 216/24 de agosto directamente liberó el mercado. Ya no existen “precios máximos” sino solo “precios de referencia”. La resolución 394/24 de comienzos de este mes fijó el precio de referencia en 10.500 pesos para una garrafa de 10 kilos, pero el Estado le sigue compensando a un usuario bonaerense solo 1539 pesos. Por lo tanto, lo que antes cubría el 80% del precio máximo ahora solo cubre el 14,6% del precio de referencia.
Más allá de la retórica
El cambio de “precio máximo” a “precio de referencia” no es sólo retórico. Si bien durante el gobierno anterior costaba conseguir la garrafa al precio máximo y había un mercado blue donde se cobraba más, por lo general los distribuidores oficiales de YPF respetaban ese precio máximo. Sin embargo, ahora esos mismos distribuidores oficiales no están obligados a respetar el precio de referencia. En el Gran Buenos Aires algunos distribuidores oficiales de YPF, como Akitom S.A., suelen vender la garrafa a 12.500 pesos si se la retira del depósito y unos 15.500 pesos si se la envía a domicilio. En el último caso, la diferencia con la tarifa de gas por red que paga un N1 se eleva a 220% (ver foto).
EconoJournal consultó también a Zapiola Gas, otro distribuidor oficial que opera en Merlo, Moreno, Zarate y Campana, y en ese caso el precio de la carga de 10 kilos llega a 17.000 pesos con envío a domicilio, lo que eleva la brecha al 250% con un N1 (ingresos altos) y al 368% con un N2 (ingresos bajos), sin contar el subsidio del Plan Hogar.
A su vez en otras localidades bonaerenses como Bahía Blanca, el precio de la garrafa con envío a domicilio llega a 17.500 pesos, como contó Mario Brandizzi, titular de Artigas, distribuidor oficial de YPF Gas, a BVC Noticias de Bahía Blanca (ver video).