En Neuquén buscan formar técnicos especializados para vaca Muerta
Vaca Muerta crece con fuerza, pero necesita gente capacitada para sostener ese crecimiento. En la cuenca neuquina se nota un faltante importante de recursos humanos especializados. La industria lo repite en cada encuentro: no alcanza con infraestructura ni inversión si no hay personas preparadas. La formación técnica se volvió urgente.
Cenova llega con una propuesta clara para cubrir ese vacío. El Centro de Formación Técnica lanza sus primeras inscripciones el 14 de abril. Apunta a jóvenes entre 18 y 25 años con ganas de aprender y trabajar en el mundo del petróleo. No se trata de carreras largas ni abstractas, sino de capacitación concreta y útil desde el primer día.
El enfoque de Cenova es diferente: no enseña de todo un poco, sino lo necesario para entrar ya al campo laboral. Las certificaciones son cuatro: Fractura Hidráulica, Piping, Flowback & Well Testing y Operador de Campo. Cada curso fue creado junto a empresas líderes del sector, que marcaron lo que necesitan hoy en sus equipos de trabajo.
En su primera cohorte, Cenova formará a 100 jóvenes, divididos en dos grupos de 50. Cada uno contará con acompañamiento pedagógico y laboral. El seguimiento se extenderá hasta tres meses después de que egresen. Esto asegura una transición real del aula al trabajo, sin dejar solos a los estudiantes cuando llega el momento de actuar.
“Buscamos impactar en la industria petrolera formando personas capacitadas, comprometidas y conscientes de su rol”, expresó Sergio López, director del centro. La frase resume una idea que cruza toda la propuesta: no se forma solo para cumplir con un puesto, sino para asumir responsabilidades en un sector clave para la región y el país.
Cenova plantea un modelo de enseñanza ágil, con módulos flexibles y planes adaptados a la demanda del mercado. Cada contenido fue validado por un consejo asesor que incluye empresas top del rubro. Esto garantiza que lo que se aprende es lo que realmente se necesita. No hay espacio para rellenos ni contenidos obsoletos.
El objetivo es que los egresados salgan listos para trabajar, con herramientas técnicas y también personales. El plan incluye habilidades blandas como liderazgo, pensamiento crítico y trabajo en equipo. El perfil que se busca no es solo el del técnico operativo, sino el del futuro referente de equipo.
La formación combina teoría aplicada, simuladores de última generación y prácticas en condiciones reales. Los docentes trabajan actualmente en la industria, lo que asegura una conexión directa entre lo que pasa en clase y lo que se vive en un yacimiento. No hay distancia entre el conocimiento y su aplicación.
La tecnología también ocupa un rol central. Desde los equipos hasta las metodologías, todo está pensado para reflejar el presente del sector energético. Los estudiantes acceden a herramientas reales, con protocolos y procedimientos que luego verán en el trabajo. El aula se parece al pozo
Cenova quiere evitar que el talento local se pierda por falta de oportunidades o formación. En los próximos cinco años, Vaca Muerta podría generar hasta 30.000 empleos nuevos. La pregunta es quiénes ocuparán esos puestos. El centro apuesta por una respuesta clara: jóvenes de la región, preparados y comprometidos.
“Más que mano de obra, formamos personas con criterio, responsabilidad y una cultura de trabajo bien hecho”, afirmó Sergio López. Esa es la base del modelo. La técnica importa, pero también el cómo se trabaja, el cuidado del entorno y la calidad del resultado.
El aprendizaje no termina al recibir un certificado. El acompañamiento posterior busca resolver dudas, facilitar el ingreso al mundo laboral y detectar posibles mejoras. Cenova entiende que la formación no es un momento, sino un proceso que se extiende y se adapta.
Cada estudiante tiene un plan personalizado. Esto permite avanzar según el ritmo y las necesidades individuales. Hay apoyo constante, con tutores que acompañan y orientan. No se trata de una educación masiva, sino de una experiencia pensada para que cada joven logre su objetivo.
La cultura del trabajo bien hecho se enseña con el ejemplo. Por eso el cuerpo docente y los tutores provienen del mismo ámbito que los futuros egresados. No hay separación entre quienes enseñan y quienes trabajan. Se trata del mismo mundo, con roles distintos
“Nuestro objetivo es que los futuros líderes del sector hayan pasado por nuestras aulas”, aseguró el director. La idea es formar no solo para cubrir vacantes, sino para sembrar liderazgos sostenidos y responsables. Personas que conozcan la industria desde adentro y ayuden a mejorarla.
La inserción laboral es parte estructural del programa. No se promete trabajo como una ilusión, sino que se construyen los caminos para que eso suceda. Las empresas que colaboraron en el diseño de los cursos también son posibles empleadoras. La articulación es concreta.
La sostenibilidad también se incorpora como eje. La industria energética cambia, y la formación debe acompañar. Seguridad, impacto ambiental y eficiencia ya son parte del nuevo paradigma. Cenova incluye estos temas en todos sus contenidos, porque formar es también educar en valores.
No hay fórmulas mágicas. Hay compromiso, trabajo y formación de calidad. Los jóvenes que egresen de Cenova sabrán operar, pero también pensar. Tendrán criterio para actuar y herramientas para resolver problemas reales en contextos exigentes.
La inscripción está abierta y el camino puede empezar ahora. No se necesitan conocimientos previos, solo ganas de aprender y crecer. Cenova está listo. La industria también.
La propuesta se presenta como una oportunidad concreta para quienes buscan un futuro en el petróleo. Cursos cortos, apoyo constante y salida laboral real. El modelo cambia la lógica de la educación técnica en la región.
La sede de Cenova en Neuquén ya recibe consultas. El 14 de abril comenzará el ciclo inaugural. Será el primer paso para muchos jóvenes que hoy no encuentran dónde capacitarse.
Los egresados serán técnicos con formación integral. Conocerán el oficio, pero también el sentido de lo que hacen. No serán piezas reemplazables, sino actores clave en un sector estratégico.
El petróleo cambia, y la formación también debe hacerlo. Cenova adapta contenidos, enfoques y herramientas a esa nueva realidad. No se enseña lo que se enseñaba hace veinte años. Se enseña lo que se necesita hoy.
El modelo educativo busca contagiar pasión por el oficio. No se trata solo de ganar un sueldo. Se trata de saber por qué, cómo y para qué se trabaja. Ese es el cambio más profundo.
Cenova apuesta por el arraigo. Formar a jóvenes de la región para que se queden en la región. Esa idea atraviesa toda la propuesta. Lo local como valor.
Cada curso termina con una certificación validada por el sector. Eso abre puertas concretas. Las credenciales no son decorativas, sino útiles y reconocidas.
Fuente: https://lu17.com/contenido/80247/en-neuquen-buscan-formar-tecnicos-especializados-para-vaca-muerta