Mendoza combina incentivos y shale
El director de Hidrocarburos, Lucas Erio, explicó cómo la provincia busca atraer inversiones al no convencional sin descuidar el peso del convencional.
Lucas Erio, director de Hidrocarburos de Mendoza, dio detalles del presente de la provincia en el mapa energético argentino, marcado por los primeros resultados de YPF en Vaca Muerta y por un esquema de incentivos fiscales que busca sostener la producción convencional y, al mismo tiempo, abrir camino al no convencional.
En un diálogo con Modo Shale (Mitre Patagonia), Erio explicó que el desafío mendocino es doble: mantener la competitividad de los campos maduros y al mismo tiempo desrisquear la porción cuyana de Vaca Muerta. “Nos toca competir con un jugador de primera, que es Neuquén, con Vaca Muerta. Entonces, eso nos pone en el escenario de diseñar políticas de incentivo para que los inversores también vean a Mendoza como una buena plaza para invertir”.
Vaca Muerta en Mendoza
El funcionario detalló que YPF completó la perforación de los primeros pozos exploratorios en Malargüe, cerca del límite con Neuquén. Los trabajos de la empresa se centralizan en las áreas Paso Bardas Norte y CN-VII. «Hace un par de meses finalizaron las etapas de fractura, ya están en etapas de ensayo los dos primeros pozos. YPF hizo dos pozos exploratorios en dos áreas del sur de Malargüe, prácticamente en el límite con Neuquén. Dos pozos con dos ramas horizontales de 1.200-1.300 metros”.
Los resultados preliminares generaron expectativas. Según Erio, “los valores de productividad son buenos, alrededor de 50 metros cúbicos día de petróleo seco, y uno de los pozos con una rama horizontal de 1.300 metros vino con buenos valores de productividad de gas, más de 80.000 metros cúbicos día, lo cual sorprende en una ventana geológica de petróleo líquido”.
El hecho de que aparezcan caudales significativos de gas en un sector donde se esperaba principalmente petróleo abre nuevas perspectivas, afirmó el funcionario. Para la provincia, el mensaje es claro: si YPF decide desprenderse de activos convencionales para quedarse sólo con el no convencional, es porque ve potencial. “Eso también nos llena de expectativas”, subrayó el director.
Incentivos para el convencional
Mendoza afronta una situación particular. Mientras YPF concentra esfuerzos en el shale, el peso de la producción provincial sigue recostado en campos convencionales maduros, con altos costos y cantidades de agua muy elevadas. “Tenemos activos que tienen un corte de agua del 97% al 98%. Frente a eso la rentabilidad pasa a ser un elemento clave de los proyectos”, explicó Erio.
Por esa razón, la provincia desplegó un esquema de incentivos que incluye la reducción de regalías del 12% al 6% en determinadas áreas convencionales y regalías cero para unos 3.000 pozos inactivos, con el objetivo de que nuevas empresas más pequeñas, con estructuras más livianas y eficientes, puedan reactivarlos.
El funcionario defendió estas medidas: “Entendemos que si reducimos la regalía quizás en principio estamos resignando renta, pero a largo plazo el impacto positivo en la cadena de valor es mucho más alto. Tenemos casos de éxito donde esa regalía menor al inicio permitió reinvertir, propició producción incremental que pagó regalías y que en definitiva fue igual o mayor que lo que hubiese generado con un esquema alto desde el principio”.
Una política de largo plazo
Erio destacó que los hidrocarburos siguen siendo la principal fuente de ingresos de Mendoza, incluso más que el vino y el turismo. “Somos una provincia histórica hidrocarburífera. Sabemos que el recurso es no renovable y que la declinación existe, pero también existen el avance tecnológico y las políticas que permiten seguir incentivando la inversión”.
En los últimos años, Mendoza logró frenar la curva de declino e incluso registrar un leve aumento de producción en 2024. Con la refinería de Luján de Cuyo -la segunda más importante del país- como ancla industrial, y con nuevos proyectos como el que desarrollará Quintana TSB en Cañadón Amarillo, la provincia busca consolidar un equilibrio: sostener el convencional con incentivos y apostar al shale con las perforaciones iniciales de YPF.
“La clave es que el convencional siga siendo competitivo y, a la vez, comprobar si Vaca Muerta en Mendoza tiene niveles de productividad interesantes para un desarrollo no convencional”, resumió Erio.